lunes, 15 de julio de 2013

Ideales de mierda

Pues no. Ni todo es lo mismo, ni tiene el mismo valor, ni igual da Juana que su hermana, ni ocho que ochenta. No todo vale. Lamento informar al mundo civilizado y al otro que hay ideas, concepciones sobre el hombre, marcos de referencia, creencias y actitudes que son una mierda. No es que sean poco elaboradas o simples o fruto de mentes poco dotadas, es que son un asco. Y esas tienen siempre que ver con la consideración de parte de la humanidad como inferiores, lo que lleva al insulto vulgar, al racismo, la discriminación y – algo muy típico en nuestro penoso país - el linchamiento. Pues bien, este fascismo operativo (practicado por la derecha, la izquierda, el centro ya sean creyentes, descreídos, ateos o adventistas), y esa ausencia de límites, lleva a que cosas como cagarse en la puta madre del de enfrente o reírse de niños muertos sea valorado por otra parte miserable de la sociedad como aceptable, cuando es un fruto asqueroso de unas creencias, valores o actitudes deleznables. Y en ese lodazal fascista, donde el que la suelta más gorda es el rey de la fiesta, conviven un montón de gilipollas de libro, envueltos cada uno en su manto ideológico, que jalean esas insensateces, parapetados tras un anonimato que con esto de las redes sociales, se ha convertido en ventana para francotiradores de la calumnia.

Tú, por ejemplo, te abres una cuenta en Twitter bajo el nombre de "Yo me tiré a tu puta madre, Rodolfo Martínez-Alfarero, de Cuenca", y lo primero que haces es agregar a Rodolfo Martínez-Alfarero y te dedicas a poner a parir a la familia Martínez-Alfarero. Pues, bien, aunque sea abyecto, miserable, cobarde y delictuoso (o abiertamente delictivo), habrá miles de seguidores a los que este linchamiento les parecerá cachondo, progre, el-no-va-más de la libertad de expresión y una cosa a imitar. Tope español y tope moderno. Y tú asistirás atónito al linchamiento popular perpetrado por miles de tipos – gentuza de la peor calaña - que bajo seudónimo (la cara no la dan, la cobardía está llena de matices como decía Mafalda y no vaya a ser que se la partan) siguen, opinan o son espectadores de la concreción operativa de una mierda de creencias o ideales que hacen que algo así sea considerado como bueno. O lo que es peor, mucho peor, indiferente. Por definirlo de alguna manera, algo que podríamos llamar elevados ideales de mierda. Y como España es así, escucharás que llamar hija de puta a alguien es considerado como algo divertido y mordaz, pura imaginación de cuatro a los que les falta la creatividad más básica: la necesaria para hacer humor.

Y claro, eso si no echas la mirada sobre humoristas teóricamente famosos. Y entonces ya alucinas. O sea, uno, que ya es mayor, recuerda haber visto una portada, no sé de qué revista, en la que salían unos testículos enormes y el titular decía: "El Rey se encuentra perfectamente", haciendo referencia a un rumor sobre la salud del Monarca. Pues bien, considerando que era humor grueso, es humor de "ursulina descalza" comparado con la peña que se descojona del cáncer de alguien, del accidente casi mortal de una persona, de la enfermedad incurable o de la deficiencia psíquica de cualquier ser humano. Y los que son espectadores de eso, en lugar de salir a toda leche y mandarlo a Parla, le dice cosas como: "Te has pasado, @vicentínelGili. No deberías haberte descojonado de la moribunda sidosa. A la quinta, te dejaré de seguir, cachondón". Y claro, ese, la suelta más gorda. Sin más límite que él mismo, porque una característica definitoria de esta gentuza es que, cuando les arreas, dicen ¡ay! con demasiada facilidad, pero a la hora de sus vómitos, no conocen límite.

Lo único que tiene garantizado la víctima de ese acoso es que la policía mirará con lupa lo que contesta al acosador, para entrullar a la víctima en aras de la libertad de expresión. O sea, algo pulidito y majo. Si no me creen, les juro que hay cuentas de pedófilos, nazis, terroristas o filoterroristas abiertas desde hace años y denunciadas que ahí siguen, amenazando a todo quisqui, mientras las autoridades y Twitter miran hacia otro lado. El lado de la miseria.

Supongo que esto será así hasta que el tal Rodolfo o cualquier otro, harto del acoso, contrate a un hacker, adivine quién es el cachondón anónimo, le espere a la salida de su casa y le abra la cabeza con la garrota familiar. Esa de los nudos para apiolar gorrinos.

Y lo entrullarán por matar gilipollas.

Y por no tener sentido del humor, Rodolfo, joder, que era broma.

Jodido cenizo de mierda.

Púdrete (jajajajaja).

Firmado: @MedescojonoRodolfoEnLaMillaVerde